Sosteniendo la esperanza y la confianza
Reflexión diaria inspirada en las lecturas del 15 de noviembre 2025:
Cómo la oración mantiene viva la esperanza y fortaleza la confianza en Dios.
En medio del cansancio, de las oraciones que parecen no avanzar y de los días en que cuesta mantener la fe, la Palabra de hoy nos recuerda algo sencillo pero profundo: no estamos solos. Dios sigue obrando, incluso en silencio, incluso cuando no vemos el camino todavía. Este susurro es para acompañarte en esa espera que tantas veces pone a prueba el corazón.
Susurros al olivar
“Sigue orando — Dios está abriendo camino.”
Las lecturas del 15 de noviembre 2025:
Sabiduría 18:14-16; 19:6-9
1814Cuando un silencio apacible lo envolvía todo | y la noche llegaba a la mitad de su carrera, 15tu palabra omnipotente se lanzó desde el cielo, desde el trono real, | cual guerrero implacable, sobre una tierra condenada al exterminio; | empuñaba la espada afilada de tu decreto irrevocable, 16se detuvo y todo lo llenó de muerte, | mientras tocaba el cielo, pisoteaba la tierra.
196Porque toda la creación, obediente a tus órdenes, | cambió radicalmente su misma naturaleza, | para guardar incólumes a tus hijos. 7Se vio una nube que daba sombra al campamento, | la tierra firme que emergía donde antes había agua, | el mar Rojo convertido en un camino practicable | y el oleaje impetuoso en una verde llanura, 8por donde pasaron en masa los protegidos por tu mano, | contemplando prodigios admirables. 9Pacían como caballos, | y retozaban como corderos, | alabándote a ti, Señor, su libertador.
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Salmos 105(104):2-3, 36-37, 42-43
2Cantadle al son de instrumentos, | hablad de sus maravillas, 3gloriaos de su nombre santo, | que se alegren los que buscan al Señor.
36Hirió de muerte a los primogénitos del país, | primicias de su virilidad. 37Sacó a su pueblo cargado de oro y plata, | entre sus tribus nadie enfermaba;
42Porque se acordaba de la palabra sagrada, | que había dado a su siervo Abrahán. 43Sacó a su pueblo con alegría, | a sus escogidos con gritos de triunfo.
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Lucas 18:1-8
1Les decía una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer. 2«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. 3En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”. 4Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, 5como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”». 6Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; 7pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? 8Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Comprendiendo la palabra
Sabiduría 18:14–16; 19:6–9
Estas lecturas recuerdan el Éxodo — ese momento en la historia en el que Dios abrió camino donde no lo había.
– Dios actuó en silencio
– Protegió a Su pueblo
– Convirtió lo imposible en un paso seguro
Dios sigue obrando así en nuestra vida: a veces sin ruido, a veces sin señales visibles, pero siempre fiel.
Salmo 105
El salmista nos invita a recordar lo que Dios ha hecho.
Recordar no es nostalgia; es fortalecernos para confiar hoy.
Cuando vemos Su mano en nuestro pasado, nos es más fácil creer que está aquí también.
Lucas 18:1-8
Jesús cuenta la parábola de la viuda insistente con un propósito muy claro:
“Para enseñarles que debían orar siempre y no desanimarse.”
La viuda no deja de pedir porque tiene fuerza, sino porque tiene esperanza.
No se rinde porque sabe que su causa importa.
Jesús nos dice que Dios no es como el juez injusto.
Dios escucha. Dios ve. Dios responde a Su tiempo.

Reflexión al olivar
Aquí, en el olivar, he aprendido que la esperanza no siempre se siente fuerte. A veces es pequeña, como un brote que apenas asoma entre las piedras. Pero cada día, con un poco de luz y constancia, vuelve a levantarse.
Así es la oración: un acto sencillo que mantiene viva la confianza.
Tal vez hoy no veas el camino, pero Dios ya está abriéndolo. Solo te pide que sigas dando un paso más, con un corazón sincero y una esperanza que, aunque frágil, sigue siendo real.

Para reflexionar
– ¿En qué área de mi vida necesito esperanza para seguir orando?
– ¿Cómo puedo practicar una confianza más sencilla y constante en Dios hoy?
Un pensamiento final
A veces, solo necesitamos volver a esta verdad sencilla:
La oración mantiene viva la esperanza.
Aunque no veas el camino aún, Dios ya está obrando.
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