Cuando quieres creer, pero la duda se interpone
Reflexión diaria inspirada en las lecturas del 1 de diciembre 2025:
Cuando quieres creer, pero no sabes si tu fe alcanza
Todos tenemos momentos en los que el corazón quiere creer… pero la mente duda.
Momentos en los que sientes el deseo de acercarte a Dios, pero no te sientes lo suficientemente “buena,” o lo suficientemente fuerte, o lo suficientemente segura.
Las lecturas de hoy nos muestran algo sorprendente:
Dios no espera perfección.
No espera una fe impecable.
Ni siquiera espera que entiendas todo.
Solo espera un movimiento:
el deseo sincero de acercarte.
Susurros al olivar
“No mires tu duda — mira tu deseo.
Di la palabra… Dios te escucha sin importar cuán lejos te sientas.”
Las lecturas del 1 de diciembre 2025:
Isaías 2:1-5
1Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén. 2En los días futuros estará firme | el monte de la casa del Señor, | en la cumbre de las montañas, | más elevado que las colinas. | Hacia él confluirán todas las naciones, 3caminarán pueblos numerosos y dirán: | «Venid, subamos al monte del Señor, | a la casa del Dios de Jacob. | Él nos instruirá en sus caminos | y marcharemos por sus sendas; | porque de Sión saldrá la ley, | la palabra del Señor de Jerusalén». 4Juzgará entre las naciones, | será árbitro de pueblos numerosos. | De las espadas forjarán arados, | de las lanzas, podaderas. | No alzará la espada pueblo contra pueblo, | no se adiestrarán para la guerra. 5Casa de Jacob, | venid; caminemos a la luz del Señor.
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Salmos – 122(121):1-9
1Canción de las subidas. De David. |¡Qué alegría cuando me dijeron: | «Vamos a la casa del Señor»! 2Ya están pisando nuestros pies | tus umbrales, Jerusalén. 3Jerusalén está fundada | como ciudad bien compacta. 4Allá suben las tribus, | las tribus del Señor, | según la costumbre de Israel, | a celebrar el nombre del Señor; 5en ella están los tribunales de justicia, | en el palacio de David. 6Desead la paz a Jerusalén: | «Vivan seguros los que te aman, 7haya paz dentro de tus muros, | seguridad en tus palacios». 8Por mis hermanos y compañeros, | voy a decir: «La paz contigo». 9Por la casa del Señor, nuestro Dios, | te deseo todo bien.
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Salmos 80(79):4 (Aleluya)
4Oh Dios, restáuranos, | que brille tu rostro y nos salve.
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Mateo 8:5-11
5Al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: 6«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho». 7Le contestó: «Voy yo a curarlo». 8Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. 9Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace». 10Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. 11Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Comprendiendo la palabra
Isaías 2:1–5 — Camina hacia la luz, aunque no la entiendas del todo
Isaías no dice “entiende la luz.”
Dice:
“Caminemos a la luz del Señor.”
Tu movimiento importa más que tu claridad.
Si hay deseo, ya estás en camino.
Ejemplo cotidiano:
– Cuando oras pero sientes vacío.
– Cuando vas a misa aunque no entiendas todo.
– Cuando quieres creer, pero dudas te distraen.
– La luz te guía mientras caminas, no antes.
Salmo 122 (121) — La paz llega cuando vuelves al lugar correcto
“Qué alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor.”
A veces la paz vuelve
cuando tú vuelves.
No importa el estado en el que regreses —
corazón cansado, lleno de dudas, pequeño, roto…
Lo importante es que regreses.
Salmo 80:4 — “Muéstranos tu misericordia.”
La Biblia no dice:
“Muéstranos tu misericordia… porque somos perfectos.”
Dice:
“Muéstranos tu misericordia… porque te necesitamos.”
Dios no responde a tu perfección.
Dios responde a tu deseo.
Mateo 8:5–11 — “Solo dilo… y mi siervo sanará.”
El centurión lo dijo todo:
“No soy digno…”
Pero aun así se acercó.
No por mérito, sino por deseo.
Él creyó algo profundo:
“No soy suficiente… pero Tú sí.”
Jesús quedó maravillado.
No por la certeza del hombre,
sino por su corazón honesto que pidió ayuda.
Reflexión al olivar
Cuando quieres creer pero la duda se interpone, no estás fallando.
Estás viviendo una fe humana, real, vulnerable. El error no es dudar.
El error sería dejar de acercarte porque crees que tu duda te descalifica.
Dios no busca una fe perfecta.
Busca un corazón sincero.
Uno que diga:
“Estoy aquí… aunque no lo entienda todo.”
No mires tu duda. Mira tu deseo.
Ese deseo es tu fe empezando a respirar. Y Dios responde incluso a la fe más pequeña.
A la oración más simple. A la palabra más honesta:
“Señor… ayúdame.”
Para reflexionar
– ¿Qué duda ha estado frenando mi deseo de creer?
– ¿Qué movimiento pequeño puedo hacer hoy para caminar hacia la luz?
– ¿Qué quiero pedirle a Dios… aunque me sienta poca cosa?
Un pensamiento final
No esperes a sentirte digna.
No esperes a tener una fe perfecta.
No esperes a comprenderlo todo.
Solo di la palabra.
Dios escucha el deseo escondido en tu corazón y sale a tu encuentro incluso en tu duda.
🌿
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