Cuando te sientes abrumada
Reflexión diaria inspirada en las lecturas del 21 de noviembre 2025:
Cómo obtener claridad en momentos de agobio.
Cuando te sientes abrumada, es difícil pensar con claridad, orar con calma o incluso tomar decisiones sencillas.
Las lecturas de hoy muestran algo importante:
Dios no siempre empieza hablando… a veces empieza limpiando.
En 1 Macabeos, el pueblo limpia y rededica el Templo.
En el Evangelio, Jesús entra al Templo y lo limpia.
Y solo después enseña cada día, como si la limpieza fuera el paso previo para recibir Su palabra.
Quizá lo mismo aplica a nosotros: antes de recibir claridad, necesitamos quitar lo que estorba.
Susurros al olivar
“Quita lo que te impide ver con claridad.”
Las lecturas del 21 de noviembre 2025:
1 Macabeos 4:36-37, 52-59
36Judas y sus hermanos propusieron: «Nuestros enemigos están vencidos; subamos, pues, a purificar el santuario y a restaurarlo». 37Se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión.
52El año ciento cuarenta y ocho, el día veinticinco del mes noveno (es decir, casleu), todos madrugaron 53para ofrecer un sacrificio, según la ley, en el nuevo altar de los holocaustos que habían reconstruido. 54Precisamente en el aniversario del día en que lo habían profanado los gentiles, lo volvieron a consagrar, cantando himnos y tocando cítaras, laúdes y timbales. 55Todo el pueblo se postró en tierra adorando y alabando al Cielo, que les había dado el triunfo. 56Durante ocho días celebraron la consagración, ofreciendo con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza. 57Decoraron la fachada del santuario con coronas de oro y escudos. Restauraron también el portal y las dependencias, poniéndoles puertas. 58El pueblo celebró una gran fiesta, que invalidó la profanación de los gentiles. 59Judas, con sus hermanos y toda la asamblea de Israel, determinó que se conmemorara anualmente la nueva consagración del altar con solemnes festejos, durante ocho días a partir del veinticinco del mes de casleu.
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Salmos 1 Crónicas 29:10bcd, 11-12
«Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de los siglos. 11Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la majestad, porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra, tú eres rey y soberano de todo. 12De ti viene la riqueza y la gloria, tú eres Señor del universo, en tu mano está el poder y la fuerza, tú engrandeces y confortas a todos.
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Juan 10:27 (Aleluya)
27Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Lucas 19:45-48
45Después entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, 46diciéndoles: «Escrito está: “Mi casa será casa de oración”; pero vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”». 47Todos los días enseñaba en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, 48pero no sabían qué hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él, escuchándolo.
Las citas bíblicas se basan en la traducción oficial de la Conferencia Episcopal Española.
Comprendiendo la palabra
1 Macabeos 4:36-37, 52-59
El pueblo restaura el Templo después de la profanación. No construyen uno nuevo; limpian y recuperan lo que siempre fue sagrado.
Ejemplo cotidiano:
A veces no necesitas empezar de cero.
Necesitas ordenar tu mente, recuperar tus rutinas espirituales o quitar lo que te desordena por dentro.
Salmo
1 Crónicas 29:10–12
David reconoce que todo; fuerza, gloria y poder viene de Dios.
Ejemplo cotidiano:
Cuando te sientes pequeña o desbordada, recordar quién es Dios te devuelve perspectiva.
A veces la claridad empieza con una frase sencilla: “Todo viene de Dios.”
Juan 10:27 — Aleluya
“Mis ovejas escuchan mi voz.”
Ejemplo cotidiano:
Dios nos habla hoy principalmente a través de Su Palabra.
La Biblia es Su voz clara y segura, pero para reconocerla necesitas espacio, no saturación.
La voz de Dios trae calma, no confusión; sin embargo, esa calma se siente cuando puedes detenerte lo suficiente para leer Su Palabra sin ruido alrededor.
Lucas 19:45–48
Jesús entra al Templo y lo limpia. Luego enseña cada día, como si la limpieza fuera el paso previo a la enseñanza.
Ejemplo cotidiano:
• Quitar distracciones.
• Limitar ruido.
• Reducir lo que te roba paz.
A veces Dios no te pide que hagas más… sino que elimines lo que te impide ver con claridad.

Reflexión al olivar
Sentirte abrumada no significa que estés fallando; significa que estás cargando demasiado.
Y antes de que puedas recibir claridad, Dios puede estar invitándote a hacer espacio.
No espacio emocional perfecto.
No espacio espiritual ideal.
Solo espacio real.
Quizá por eso Jesús limpia antes de enseñar. Porque lo sagrado necesita lugar. Y tú también eres templo.
Hoy Dios te hace una invitación suave:
“Quita lo que te confunde. Suelta lo que te llena de ruido. Deja espacio para la claridad que quiero darte.”
A veces la paz llega cuando retiras lo que ya no te ayuda.

Para reflexionar
– ¿Qué es lo que más me está confundiendo o saturando hoy?
– ¿Qué pequeña cosa podría quitar para recuperar claridad?
Un pensamiento final
La claridad no siempre viene por añadir algo nuevo.
A veces llega cuando eliminas lo que te roba paz.
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